Seguramente has escuchado hablar de ella en los comerciales de comida, medicinas, etcétera. La verdad es que no tiene poca importancia, pues la flora intestinal es el conjunto de microorganismos vivos que habitan en nuestro intestino y con los que establecemos una relación de simbiosis y ayuda mutua, de acuerdo con varios expertos. Son la clave para que funcione el sistema inmunológico, el desarrollo correcto de los órganos y el metabolismo.
Hay que saber que nuestro sistema digestivo tiene una superficie de 300 metros cuadrados. Es el órgano con más contacto con el exterior y también el más susceptible de ser atacado por agresiones externas. Por eso, la mayoría de las defensas se hallan en esta zona para protegernos. Una de las herramientas de defensa son los componentes de la famosísima flora intestinal, que nos cuida de varios daños.
¿Qué función tiene la flora intestinal?
Cuando te dicen que algunos alimentos (como las manzanas, yogur, jengibre y frijoles) te ayudan a incrementar tu flora intestinal, se refieren a las bacterias que desempeñan ciertas tareas esenciales en nuestro organismo, como la síntesis de compuestos como las vitaminas K y B, la absorción de calcio y hierro en el colon; la protección de bacterias patógenas externas que puedan provocar infecciones y el fortalecimiento del sistema inmunológico.
Algunos de los factores que pueden afectar la microbiota, según los profesionales de la salud, son: una alimentación inadecuada, pobre en fibra, con exceso de carnes, grasas y azúcares; sedentarismo, estrés, alcohol tabaco; también el insomnio, el envejecimiento; enfermedades digestivas como la colitis o la enfermedad de Crohn; algunos medicamentos o viajes a otros lugares del mundo.
Por último, cuando tu flora intestinal está dañada, es posible que padezcas síntomas como: lengua blanca, estreñimiento, diarrea frecuente, hinchazón abdominal, intolerancias alimentarias, síndrome de colon irritable, dolor en las articulaciones, eructos, gases o flatulencias e incremento de las infecciones y un olor desagradable de las heces. También frecuentes problemas digestivos o intestinales, dolor abdominal y cólicos.
Información por: GastrolaWeb
El Mono Informativo.