En 2024, Petróleos Mexicanos dejará de exportar petróleo y refinará el 100% de los combustibles derivados de hidrocarburos que necesita el mercado interno.
Las 8 refinerías con las que contará México antes de que termine el período de gobierno del presidente Andres Manuel López Obrador, producirán 860 mil barriles diarios de gasolinas y 540 mil de diésel de acuerdo con las cifras dadas a conocer por la Secretaría de Energía, con los que el mercado interno va a satisfacer el total de la demanda. 
Las 6 refinerías que hoy existen en territorio mexicano se recibieron operando al 32% de su capacidad; después del proceso de modernización al que han sido sometidas desde 2019, hoy se encuentran trabajando al 50% de esta y en 2024 ya habrán alcanzado el 86% de su capacidad instalada en operación.
Adicionalmente se cuenta ya con la refinería de Deer Park ubicada en Texas que podrá refinar 340 mil barriles diarios y a partir de 2023 estará operando también la refinería Olmeca en Dos Bocas, produciendo otros 340 mil barriles por día. A lo anterior se sumarán las operaciones de Cangrejera y la coquizadora de Tula que también se encuentran en proceso de remodelación.
Actualmente el país exporta petróleo crudo por una cantidad aproximada de 23 mil millones de dólares anuales, para que otras refinerías en el extranjero nos vendan la mayor parte de los combustibles que se consumen en el país.
La importación de estos combustibles implica un costo aproximado de 44 mil millones de dólares al año. El resultado de vender el petróleo crudo e importar las gasolinas refinadas es que México gasta 21 mil millones de dólares más cada año de lo que recibe por las exportaciones de crudo; una cantidad que el país se va a ahorrar una vez que las refinerías mexicanas surtan el consumo interno.
La inversión total aproximada que está haciendo el gobierno en modernizar toda la infraestructura existente, en adquirir Deer Park y en construir la refinería de Dos Bocas, es menor a la cantidad que se pierde en dólares en un solo año por la importación de combustibles, y permitirá ahorrar 21 mil millones de dólares al año a partir de 2024, con lo que se puede financiar el 100% del gasto destinado a los apoyos sociales para pensiones de todos los adultos mayores y discapacitados, becas a más de 11 millones de estudiantes sin recursos, etc.
Adicionalmente, los precios al consumidor de las gasolinas y el diésel dejarán de estar sujetos a las constantes fluctuaciones de las cotizaciones del crudo en el mercado internacional, que hoy por ejemplo está por encima de los 80 dólares por barril y que se espera que siga subiendo hasta niveles de 100 dólares.
Al no exportar o importar hidrocarburos los precios al consumidor, dependerán exclusivamente de los costos internos de PEMEX en la extracción del petróleo crudo, los costos de refinación en las plantas mexicanas y los de distribución en la red de gasolineras del país, con lo que podremos decirle adiós definitivamente a los gasolinazos y a los subsidios.